El Comercio - Entretenimiento

martes, 23 de octubre de 2012



La psicomotricidad busca desarrollar al niño en su conjunto, por medio del movimiento y la acción corporal

Esto es particularmente fundamental en los primeros seis años, momento en que el niño o la niña viven una fase de globalidad, en esta fase el niño comprende el mundo en conjunto, todas sus experiencias parten de lo más próximo a él o ella; y a su propio cuerpo.

El cuerpo, el movimiento y la acción son claves para que el niño conozca y comprenda el mundo que le rodea.

El trastorno psicomotor es un desorden, desorganización, perturbación, que altera el funcionamiento del cuerpo del niño en lo real, simbólico e imaginario. Por lo tanto afecta su vida de relación, su accionar, su aprendizaje y su conducta.

Este trastorno marca al niño con una impotencia que se ve reflejado en las dificultosas modalidades funcionales que debe adoptar en cada una de sus actividades diarias, las que pueden influir con el ingreso al jardín o a la escuela.

Su incontinencia motriz le genera reiterados rechazos por parte de su familia, compañeros y docentes.

Para satisfacer estas necesidades los niños y niñas deben recibir enseñanzas y adquirir aprendizajes que los capaciten para:
  • Conocer, controlar y cuidar su cuerpo
  • Valerse por sí mismos para satisfacer sus necesidades básicas.
  • Observar y explorar su entorno.
  • Expresar diversos aspectos de la realidad.
  • Utilizar el lenguaje oral correctamente para comprender y ser comprendido.
  • Apreciar diferentes formas de representación abstracta, plástica, corporal y musical.
  • Participar activamente en los diversos grupos a los que pertenecen.
  • Establecer vínculos de relación con los iguales y con adultos.
  • Actuar en grupos respetando a los demás, así como sus intereses.